Nací caminando Y con el sueño de encontrarnos; pasee por los caminos polvorientos buscando a la “Julieta” que he yo de amar, te busque para verte y enamorarme de la mujer que me muestra su sonrisa sobre las mejillas que se estiran y los ojos del alma que abruman y tientan al poeta a contagiarse de la belleza en movimiento; los cristales en que los sueños se convierten en pensamientos de veinticuatro tiempos; donde mi ser enamorado pone la tinta escribiendo las letra sobre las hojas creando los poemas de amor. La mirada de mi corazón, no ha visto ángel alguno; ¡Es una flor! ; Es una obra hecha por el Dios de la creación. He sido envuelto por las telas de estas sabanas y con pétalos de rosas rojas alrededor de los palpitares. Ahora mi mente se posa; como se posa la luz detrás de los montes verdes; en el que solo tengo el pensar de la única rosa en todo un rosal, en la que pienso como única estrella sobre un solo u...