Las gotas del rió que moja mis pies;
se desconecta mi cuerpo de mi alma,
me vuelvo polvo en el aire
que aterrizara en la tierra,
como las hojas que caen de sus brazos.
Mi vasija ahora se ha convertido en tan solo cenizas;
tu amor me mantuvo junto a ti;
a lo largo de mi tiempo de latidos y respiros
fue por tu gracia y compasión;
viví disfrutando y recordando
los momentos de mi vida como granos de arena,
y mi felicidad eterna que no descansa aunque
las luces sobre mis ojos desaparecieron a final de mi tiempo,
y ahora tengo un verdadero respirar
y un corazón lleno de paz.
Daniel C.
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