Ir al contenido principal

Notas: Sobre el ocio de Séneca


Naturalmente no buscamos lo que es digno de alabanza, sino que estamos propensos a buscar lo que satisfaga nuestros vicios y aunque sabiendo conscientemente que lo mejor es retirarse, nosotros por naturaleza buscamos el placer y una vez obtenido el placer buscamos otro. 

El estoico tiene que ser consciente de cómo emplear su tiempo libre porque es una oportunidad que tiene para dedicarse a actividades elevadas que estén conforme a la naturaleza, de ella se puede concluir que fuimos hechos para la contemplación y la acción en base a la virtud

El estoico es activo hasta el último momento de su vida, siempre dedicado a actuar con virtud y a buscar el bien común aún con sus enemigos, no es indiferente al deber social que tiene porque el forma parte de la sociedad. 

"Sin duda, esto es lo que se exige de un hombre: que sea útil a los hombres; si es posible, a muchos; si no, a unos pocos, a los más allegados; si no, a si mismo."

El tiempo de ocio también se puede aprovechar meditando sobre la virtud

El supremo bien consiste en vivir conforme a la naturaleza la cual nos engendró para la contemplación y la acción. 

Nosotros nacimos con una curiosidad nata para descubrir el mundo y sus secretos, un sentido por la búsqueda de la verdad más allá del plano físico. 

Emplear la contemplación sin acción es una virtud malgastada, si bien la naturaleza nos dio la oportunidad de contemplación también viene con la necesidad de actuar sobre ella. 

Si la naturaleza nos revela como hay que vivir entonces está en nuestro deber vivir de esa manera. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Notas: Sobre la Vida Feliz de Seneca

  En este diálogo Séneca habla que la vida feliz se obtiene por medio de la práctica de la virtud y no por medio del placer la cual no le otorga libertad interior. La felicidad se puede ver desde un punto de vista objetivo se puede encontrar aspectos que se reúnen para que una vida sea feliz o sea una miseria. Ella se arraiga en la vida virtuosa, en vivir de acuerdo a la razón y la sabiduría; la cual no depende de factores externos o placeres momentáneos que se pueden confundir con una vida feliz. Es fácil caer en la ilusión que una vida placentera es igual a una vida feliz, Seneca argumenta en contra del hedonismo y el epicureísmo. Para evitar ir por el camino incorrecto que no nos lleve a la felicidad uno debe: - Separarse de la multitud. "La prueba de lo peor es la multitud" - Seneca - Determinar lo que deseamos, establecer un propósito - Examinar por donde dirigirnos - Caminar con rectitud, independientemente del camino o lo que uno desea; la virtud es la verdadera fuente...

Notas del 2024

En este año me adentré más a leer libros de filosofía, obviamente esto no me hace ningún intelectual y como dice la frase "Cuanto más leo, más aprendo, cuánto más aprendo más me doy cuenta de lo poco que sé". Leí mucho sobre Séneca, Epicteto, Marco Aurelio, Fyodor Dostoevsky y Nietzsche. Si me he dado cuenta del profundo valor que tiene la filosofía y de la necesidad de ser un océano para captar las corrientes sucias sin ser contaminado como diría Nietzsche o como diría Aristóteles tener la capacidad de entretener un pensamiento, sin aceptarlo, esto con el fin de validar la veracidad de cualquier argumento sin lanzarse inmediatamente a creer en el solamente por que suena lindo. Me dado cuenta que los libros que antes leía de crecimiento personal eran "mental fapping " con argumentos vacíos pero dulces para el oído y bastantes repetitivos, que resonaban por la situación en la que me encontraba en el momento a pesar de que su contenido real era vacío.  Me di cuenta qu...

Sobre la Providencia de Séneca

Providencia: Disposición anticipada o prevención que mira o conduce al logro de un fin. Un bien predestinado. Las adversidades son pruebas para nuestro perfeccionamiento moral. El sabio aceptará las pruebas con ánimo y sabe que resistirse solamente traerá sufrimiento. En el hombre sabio los infortunios son oportunidades para nuestra perfección. Dios dispone de fortaleza, sabiduría y tranquilidad para aquellos que se resguardan en él. Las verdaderas desgracias son las que nos inflingimos a nosotros mismos cuando caemos en vicios y pasiones, males que nosotros mismos nos provocamos por vivir apartados de él. Los infortunios del destino llegan a fortalecer nuestro carácter y también son pasajeros. En cambio las desgracias que podemos llegar a inflingirnos llegan a ser eternas como los vicios. Dios pretende curar el mal del hombre, siempre y cuando el hombre este dispuesto a ser curado. No pretende eliminar el mal del mundo que paradójicamente es provocado por el mismo humano. ...