Eres responsable de la historia que te cuentas a ti mismo. Eres responsable del significado que le das a lo que percibe tu cerebro. Si quieres, puedes ver las cosas de manera que te sientas cómodo, escapando de la realidad y de la responsabilidad de las acciones que tomaste o no. Pero esa elección también tiene consecuencias.
Aunque no siempre tienes control sobre lo que sucede, sigues siendo responsable de cómo eliges percibir y responder a esas situaciones. Tu perspectiva, en última instancia, es tu decisión.
El camino de mayor significado en la vida es el camino de mayor responsabilidad. No solo se trata de lo que haces, sino de cómo decides enfrentar las cosas que escapan de tu control.
Una vez aceptes el llamado a la aventura, te harás más responsable de ti mismo, de la calidad de las decisiones que tomas, de las personas con las que te relacionas y de la información que consumes. Te comienzas a tratar como alguien digno de cuidado, como una persona de la cual eres responsable.
Asumir esa responsabilidad no es una carga: es el inicio de una vida con mayor propósito.
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